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Partiendo de
experiencias en inventarios y registros de la Arquitectura Moderna, y
del dilatado historial de los premios de arquitectura del COACV,
consideramos conveniente abordar la iniciativa de difundir entre la
sociedad y los profesionales el conocimiento de los valores
arquitectónicos y del patrimonio construido, mediante la elaboración de
selección de obras digital en materia de arquitectura del siglo XX en
la Comunidad Valenciana y convertirlo en material accesible al público
en general.
A partir de la
reflexión, documentación e investigación de un amplio conjunto de
obras, un equipo de alta excelencia científica, ha revisado y valorado
cualitativamente cada edificio, eligiendo al final algo mas de un
centenar, que puedan representar dignamente la arquitectura de la
Comunidad Valenciana en el periodo de 1925 a 2005.
Pretendemos que la
selección de obras digital que se presenta, ofrezca la oportunidad de
acercar la arquitectura moderna y contemporánea de la Comunidad
Valenciana a la sociedad y contribuya al mejor conocimiento de la
misma, a la vez que se convierta en una herramienta de utilidad y fácil
manejo para todos los usuarios.
Deseo resaltar el
esfuerzo realizado por el equipo formado por el Comité científico,
Comité ejecutivo, coordinación general, y otras colaboraciones. Por
último agradecer el apoyo de las instituciones que mediante convenios
de colaboración acompañan nuestras iniciativas, especialmente en este
caso, a la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente
de la Generalitat Valenciana, nuestro agradecimiento por compartir
nuestros proyectos.
El Decano del
Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad
Valenciana
D. Ramón
Monfort Salvador
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El material documental que se presenta es
continuación del esfuerzo que desde hace años impulsa la
Generalitat Valenciana, en colaboración con el Colegio Oficial
de Arquitectos de la Comunidad Valenciana, por recopilar y
difundir la arquitectura producida en la Comunidad Valenciana a
lo largo del siglo XX.
Es necesario huir de los tópicos, separando la
arquitectura más banal, entre las que emergen estas
construcciones, las cuales forman parte de la escena urbana.
Caminamos a su lado sin prestarles atención, como si su
relativa juventud ocultara su valor como elemento cultural. Sin
embargo, una nueva visión del patrimonio se abre camino en las
vanguardias de la investigación y el
conocimiento.
La amplitud de las tipologías refleja la
complejidad y extensión de la realidad. La visión es amplia, y
recoge desde edificios residenciales hasta equipamientos,
incluso puentes. Frente a las sombras que en ocasiones se
asocian al desarrollo desmedido de la segunda mitad del siglo
pasado y la banalización de las arquitecturas que lo
acompañaron, aparecen las luces, obras surgidas de la emotiva
creatividad que justifican que ahora hagamos el esfuerzo de
valorarlas y apreciarlas.
Presentamos esta mirada retrospectiva que
arranca en las vanguardias de los años veinte y treinta,
pasando por las construcciones racionalistas de los cincuenta y
sesenta, hasta la recuperación de la tradición moderna de los
años noventa a la luz de la consolidación del Gobierno
autonómico.
Por su proximidad en el tiempo es un patrimonio
escasamente valorado y, consecuencia de esta ausencia de
reconocimiento más allá de los círculos especializados, menos
protegido, por lo que acaba siendo maltratado y destruido,
perdiéndose para siempre importantes paradigmas de cómo la
sociedad del siglo veinte ha construido su cultura
arquitectónica. Los profesionales y especialistas ya gozaban
del privilegio de disfrutar de estas obras, pues por su
formación ya las conocen. Sin embargo, es necesario acercar
estas obras al resto de los ciudadanos, para que las reconozcan
como valor cultural propio. La misma sociedad que mira con
asombro y no renuncia a su progreso y futuro, ha de velar por
la adecuada conservación e integridad de estas
arquitecturas.
Porque estas obras presentan como avales sus
cualidades estéticas, su valor arquitectónico y su contribución
a la escena urbana. En este caso no es necesario rescatarlas
del olvido en el que la Historia sumerge a menudo las obras,
sino de lo anodino de muchas otras construcciones de la
época.
Desde la Conselleria de Infraestructuras,
Territorio y Medio Ambiente seguiremos trabajando y apoyando la
documentación y acercamiento de nuestro legado más
reciente.
Queda por último
manifiestar el agradecimiento a cuantas personas han colaborado
en la recopilación del material divulgado. La sociedad sabrá
reconocer este esfuerzo.
La Consellera de Infraestructuras,
Territorio y Medio Ambiente
Dª. Isabel Bonig Trigueros
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